10 errores comunes que cometemos al viajar

Actualizado el Jueves 18, Julio 2019 Publicado el Jueves 18, Julio 2019 en Recomendaciones de viajes

El viaje perfecto no existe, y eso está bien. Como dice Sun-Tzu en “El Arte de la Guerra”, ningún plan resiste el contacto con el enemigo, justamente la gracia de viajar es lanzarse a lo inesperado, dejarnos sorprender y encontrarle la gracia a resolver situaciones poco cotidianas. Sin embargo hay errores de los cuales es mejor aprender por la experiencia ajena, pasos en falso que nos dejan poca enseñanza comparados con el dolor de cabeza que causan.

Vamos a repasar algunos de los pifies más comunes y darte algunas ideas sobre cómo evitarlos para dejarle lugar a errores más interesantes, con potencial de anécdota.

1. Llevar mucho más de lo que necesitás.

El error más común. En vez de hacer una valija acorde al viaje, intentamos llevarnos la casa encima como si no fuéramos a volver en 15 días, intentando cubrir cualquier posibilidad climática, aún si vamos a destinos donde no llueve hace 10 años. La típica: vamos a un lugar con playa, llegamos, abrimos una valija con cualquier cantidad de ropa, nos ponemos una malla y ojotas y jamás volvemos a tocar el equipaje hasta que nos vamos. Terminamos corriendo el riesgo de pagar exceso de equipaje, tenemos menos lugar para souvenirs y el traslado entre los distintos puntos de nuestro itinerario se hace incómodo. Lo mejor es llevar la mitad de todo eso y hacer un par de lavados durante el viaje, por lo menos de lo básico: ropa interior, remeras, algún pantalón.

2. No tener en cuenta el cobro de roaming.

Lo óptimo sería dejarlo en el hotel y no tocarlo durante toda la estadía, pero es un lujo que pocos pueden darse hoy por hoy. Lo que conviene es estar al tanto de lo que tu plan cubre y lo que no, ya sea para aprovecharlo como para tomar precauciones. Para evitar sobrecargos por roaming (tu terminal puede entrar en ese modo automáticamente al ser detectado en una red extranjera), te conviene apagar los datos apenas subís al avión y ponelo en modo avión durante todo el viaje. Vas a poder conectarte al wi-fi sin problemas y evitás que el aparato intente conectarse a la red de datos del país en el que estás.

3. No dejar suficiente tiempo entre conexiones

¿Quién no estuvo ahí? Reservás un vuelo que tiene transbordo en Guarulhos, Sao Paulo. Llegás a las 12, el otro vuelo sale a la 13. Todo bien, total es cuestión de caminar con tu escaso equipaje de mano hasta la otra puerta de embarque. Pero, ya lo decía Forrest, shit happens. Un problema climático, un retraso por temas técnicos en el despegue, todo puede pasar. Si el valor del ticket es el mismo, es mejor dejar un tiempo prudencial entre un vuelo y otro, de manera de evitarte el estrés de correr por un aeropuerto gigante y desconocido, sudando nervioso a las tres horas de iniciadas tus vacaciones. No gana el que llega primero, sino el que mejor llega. Esto es especialmente cierto para algunos aeropuertos europeos en los que los controles de seguridad se pusieron más estrictos y pueden llegar a revisarte incluso si únicamente vas a hacer una conexión.

4. No cambiar la plata a moneda local hasta llegar al aeropuerto

Hay muchos destinos donde vas a necesitar efectivo en moneda local para tomarte el taxi o el transfer del aeropuerto al hotel. Pagar con tarjeta suele no ser una opción y si vas con dólares o euros vas a estar haciendo cuentas sin estar realmente seguro de que estás pagando lo correcto, porque todavía no tenés parámetros para ese lugar. Lo mejor es acercarse a alguna de las casas de cambio que suele haber en todos los aeropuertos y hacerse de algunos billetes autóctonos. Otra clave: pedí cambio chico, pagar justo es la mejor manera de evadir avivadas de los taxistas con el vuelto.

5. Llevar muchas cosas de valor

Pensá que lo que vas a buscar son experiencias nuevas. ¿Es necesario llevar esos aritos, o la cadenita de oro que te regalaron en el aniversario de bodas? El secreto es no sumar posibles vectores de preocupación a tu viaje. Si necesitás llevarlo, tratá de que entre en la faltriquera (ese cinturón con bolsillo secreto que va oculto debajo de la ropa). Y si es posible, solicitale al conserje del hotel que te asigne un locker para dejar estos artículos de valor, de manera que puedas pasear tranquilo sabiendo que eso está a resguardo.

6. Olvidarte de avisarle a tu tarjeta de crédito que vas a viajar.

Cortito y al pie: la mayoría de las grandes tarjetas suelen congelar tu cuenta apenas aparece una transacción fuera del país como medida de seguridad contra fraude. Como te imaginarás, si acabás de llegar a un país desconocido, puede ser un gran inconveniente quedarse sin tarjeta de crédito incluso antes de llegar al hotel. Lo mejor es tomarse la molestia de hacer el llamado a la compañía y viajar tranquilo.

7. No chequear bien los requerimientos de visado de tu destino.

Pasa más seguido de lo que te gustaría creer: llegás a un país exótico lleno de ganas de recorrerlo, absorber su cultura y demás, y en el primer control te avisan que necesitás una visa especial para ingresar como turista. En el mejor de los casos se puede resolver en el mismo aeropuerto, pero hay casos en los que tenés que volverte tal cual como llegaste. Por algo existen sitios como este, en los que podés ingresar tu nacionalidad para chequear qué países te piden visa y qué tipo de visa. No dejes de chequearlo si vas a viajar a destinos inusuales.

8. Llenarte el viaje de actividades.

Está bien que hay que aprovechar la inversión y conocer a fondo el lugar de destino que elegimos, pero tampoco es cuestión de salir a romper récords. Muchas veces lo más interesante de un viaje surge en el momento en que estás dando vueltas sin una idea clara de lo que vas a hacer y es importante hacer espacio para que eso suceda. Caminar la calle, hacerse algún amigo local tomando cerveza durante horas, son todas cosas que llevan su tiempo. ¿Para correr está la rutina!

9. No contratar seguro de viajes.

Por más cuotas que consigas para tu pasaje, por más low-cost nueva que encuentres y aún si te ahorrás el 35% del valor gracias a nuestro buscador, viajar es un gusto que sale plata, plata que ganamos con bastante esfuerzo durante todo el año. La mayoría de los paquetes de seguros para el viajero contemplan situaciones extremas, incluso cubren los cargos por cancelación, que suelen ser altísimos y se suman a la decepción de haber tenido que dar de baja un viaje con muy poca antelación. Ni hablar de lo importante que es contar con un mínimo de contención a nivel médico cuando estás fuera de tu elemento. Consideralo una inversión tan justificada como la del pasaje.

10. No tener el detalle de tus reservas a mano.

Ni metido en la valija ni en la mochila: a mano. Nada peor que tener que abrir el equipaje en medio del lobby del hotel solamente para ver el código de reserva de tu habitación, justo en el momento en el que querés tirar todo encima de la cama, cambiarte y salir. Dejatelo escrito en un papel y ponelo en un bolsillo accesible o en una nota dentro de tu celular. Llegá con elegancia.

Ahora que estás advertido ya podés empezar a planear tu próximo viaje tranquilo.

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