A los que convivimos con un perro o un gato nos resulta todo un tema tener que dejarlo cuando nos vamos de vacaciones. Hay que encontrar un familiar o un amigo (muy amigo), que se banque ir regularmente a nuestra casa para darle de comer, cambiarle las piedritas y demás, u optar por la nada económica opción de una guardería. Eso, cuando hablamos de irnos por un período de tiempo corto.
Pero cuando tenés por delante un viaje de meses o incluso una mudanza permanente a otro país, es momento de considerar la opción de llevar a tu mascota con vos. No es un proceso demasiado simple, pero vale la pena cuando consideramos que el amor de nuestro compañero animal puede hacernos sentir como en casa aunque estemos en un país completamente nuevo y extraño.
Estas son algunas consideraciones generales a tener en cuenta si te vas a ir de viaje con el mejor amigo del hombre o su rival natural, el gato. Para evitarte sorpresas, asegurate de llamar al help desk de tu aerolínea, algunas incluso no admiten este tipo de translados en temporada alta y dependiendo del lugar de destino, podrían negarse a ofrecerte el servicio.