El lema “pobre, pero sexy” de la capital alemana no es solo una frase armada, es más bien una clara definición de su esencia. Destruida por 2 guerras mundiales y dividida en dos mediante un muro, Berlín logró levantarse, rearmarse y convertirse en una de las ciudades más emblemáticas del mundo.
Después de la caída del muro, la parte comunista, que fue la más reprimida y golpeada, se convirtió en el refugio de artistas jóvenes de diferentes lugares que llegaron para establecerse en una ciudad con hambre de reinventarse. Fruto de esto, hoy Berlín es cumbre de arte, tecnología y diversidad.
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Berlín tiene algo especial, diferente a la de otras ciudades europeas. No es una ciudad que te cautive por su arquitectura uniforme, ni por la prolijidad y limpieza de sus calles. Berlín tiene otra cosa: es su vibra y su gente lo que la hace una de las ciudades más interesantes para descubrir.
Los protagonistas de Berlín son jóvenes creativos, fundadores de start-ups, artistas callejeros, djs y organizadores de las mejores fiestas y eventos culturales.
El arte callejero en Berlín se puede ver en cada rincón de la ciudad, principalmente en los barrios de Kreuzberg y Friedrichshain.
Uno de los spots de arte urbano berlinés está en una zona de galpones abandonados, muchos de los cuales se convirtieron en bares, galerías de arte o pistas para skaters. El complejo está ubicado en Friedrichshain, a pocos pasos de la estación de S-bahn Warschauer Strasse, sobre la calle Revaler Strasse.
Un Tour muy recomendable para hacer si visitan Berlín es el “Tour Alternativo” de la empresa Sandemann. Empieza por el barrio Mitte y continúa por las zonas más “hípsters” en un circuito que sigue las obras de los mejores artistas callejeros, terminando en lo que queda del famoso Muro de Berlín, llamado East Side Gallery - intervenido por más de 100 artistas de diferentes nacionalidades - que divide los barrios Kreuzberg y Friedrichshain. El tour cuesta 12 euros y sale de la Puerta de Brandenburgo.
Si les gusta el arte y tienen varios días para visitar Berlín, no pueden dejar de ir a Teufelsberg. Ubicado en las afueras de la ciudad, sobre una colina formada por escombros de lo que fue una estación de control del tráfico aéreo y de escucha de las Fuerzas Armadas de los EE.UU durante la Guerra Fría, el edificio se conserva y fue tomado por diferentes colectivos artísticos como una galería de arte y expresión de diferentes grafitis por toda la instalación, mezclado con el aire misterioso y apocalíptico que dejó la guerra. La entrada sale 5 euros y vale muchísimo la pena.
Otro museo que es interesante para visitar es el Urban Nation, que reúne un mismo espacio gran parte del arte urbano esparcido por toda la ciudad. La muestra incluye obras de alrededor de 100 de los más conocidos artistas urbanos de hoy en día. Lo más innovador del museo es que los cuadros son las propias paredes, convirtiendo al edificio en una obra en sí misma. Su fachada también está en constante cambio, atrayendo a nuevos visitantes. La entrada es gratuita.
Berlín es la capital de la música electrónica e indudablemente, una de las ciudades europeas con mayor vida nocturna. Bares abiertos todos los días, boliches que no cierran en todo el fin de semana, fiestas que duran todo el día: hay de todo y para todos los gustos.
Como 8 de los 12 meses del año hace frio y hay poco sol, la ciudad cobra más vida de mayo a septiembre.
Si quieren vivir la verdadera fiesta berlinesa, el mejor mes para ir es mayo. Mientras que el resto del mundo se toma el Dia del Trabajador para descansar, en Berlín todos están de fiesta. Der Erste Mai es LA fiesta de la ciudad. El evento arranca antes del mediodía y abarca todo el barrio de Kreuzberg, concentrandose más que anda alrededor del Gorlitzer Park. Música en la calle, bandas en vivo, escenarios en los parques, puestos de comida y fiesta hasta la madrugada.
Otro evento parecido es el Karneval der Kulturen (Carnaval de las culturas), que se celebra a fines de mayo, donde también la fiesta dura todo el día alrededor de un desfile donde participan las diferentes culturas, con bailes y comida típica de cada país.
Durante el verano, la movida está en los bares y espacios abiertos sobre el río. En la calle Schlesisches Strasse, en Kreuzberg, hay un grupo de bares uno al lado del otro, donde se hacen buenas fiestas de día (Open Airs), como Club der Vissionaire, IPSE, Hoppetosse y Badeschiff.
Y por supuesto, para los amantes de la electrónica, no puede faltar entrar al enigmático Berghain, el templo del techno mundial. Aunque si el plan falla (ya que poder entrar es toda una lotería), tienen varias alternativas de lugares donde se arman muy buenas fiestas también, como Sisyphos, Tresor, Kater Blau, Griessmule, About Blanc, entre otros.
Producto de la diversidad de sus habitantes, en Berlín se pueden degustar comidas de todo tipo y origen.
Por su gran cantidad de población turca y árabe, el kebab es la comida callejera por excelencia en todo momento (dicen que en Berlín se come el mejor kebab del mundo).
Para probar los típicos platos alemanes, lo mejor es ir a algún Biergarten, como por ejemplo Prater y probar la clásica wurst (salchicha) o la versión berlinesa: el currywurst (salchicha con curry y kétchup).
Un buen lugar para ir a comer como plan de domingo es el Mauerpark, un parque en el barrio de Prenzlauer Berg, donde se hace una feria que combina artesanías, ropa vintage, puestos de comida, música en vivo y hasta un karaoke abierto para cualquier valiente que se anime a subir.
Otro mercado muy bueno para ir es el Markthalle Neun, en Kreuzberg. Los jueves de 17 a 22 hay Streetfood Thursday, con puestos de comida de todas las variedades que te puedas imaginar.
El mes de diciembre es un buen mes para disfrutar de la gastronomía en Berlín, con mercados navideños en varios lugares, que ofrecen desde artesanías, muy buena gastronomía y el infaltable glühwein (vino caliente) para poder soportar los (hasta) 7 grados bajo cero.